Friday, August 10, 2012

Capítulo 9 "Try Outs"


— ¿Estás segura?— preguntó Ignazio
—Un ciento diez por ciento— le contesté segura
— ¿Pero para que quieres entrar?
—Ya lo veras. — sonreí perversamente

Entramos al campo del colegio. De un lado entrenaban los de soccer, del otro los de Americano. La pista que rodeaba el campo, era obviamente utilizada por los corredores, incluso los de la banda practicaban en las gradas.
Logré distinguir a las porristas entre la gran cantidad de gente que se encontraba ahí.
— ¿Que hacen todos ahí?— preguntó al ver a Moi, Laz y Leo sentados en las gradas
—No lo sé— contesté riendo, en realidad no lo sabía. Pero me lo imaginaba.
—Estaré haya arriba— dijó negando con la cabeza.

Caminé hacia donde el montón de chicas se movían a ritmos iguales, me senté en la primer grada, quedando asi de frente a ellas. Apenas Linda notó mi prescencia y su seño se frunció. Mientras que todas se miraban cómplices entre ellas, no era ningún secreto la pésima ‘relación’ entre Linda y yo. Me sorprendí al ver a la nueva, siguiendo los pasos de Linda ¿Cómo era que se llamaba? Sí. Tamara.

Terminaron su rutina, y la mirada de Linda seguía tratando de aniquilarme. Si las miradas lo lograran, ambas ya estaríamos tres metros bajo tierra. Lamentablemente, ni cosquillas hacen.

— ¿Qué quieres?— preguntó con cara de pocos amigos, No era el momento de ponerme en ‘mal plan’
—Quiero entrar— contesté como si nada, una mueca burlona apareció en su rostro al mismo tiempo de que subía ambas cejas. No sé que me producía más gracia, si su estúpida cara o como todas se miraban entre sí.
—Hay bonita!— dijo hipócritamente —La verdad no creo que lo logres. — curvó su labio inferior hacia afuera. -¿Cómo demonios José me cambio por eso?-
—No pierdo nada con intentarlo— me pusé de pie dejando mi bolsa en la grada
—Cierto, a nadie le hace daño humillarse un poco— con una seña hizó que todas las ‘zanahorias’ se sentaran.Me refiero a zanahorias por el color naranja que tenia el uniforme de las animadoras.
—Claro… digo tú debes saberlo por experiencia propia ¿no?— se escucharon las pequeñas risas de todas, pero se detuvieron al sentir la asesina mirada de Linda
— Sígueme— ya estaba molesta —…Si no puedes no te sientas mal, algunas simplemente no sirven para nada- dijo

Comenzó con movimientos básicos, sumamente sencillos. Yo solo me limitaba a verla y a tratar de memorizar la rutina. Para finalizar comenzó a agregar pasos un poco más complicados. Termino con una sonrisa retórica. Solté una carcajada y me pare a un lado de ella. Quien comenzaba nuevamente con la rutina. Tarde a lo mucho tres segundos en seguirle el paso. La frustración en el rostro de Casy no se hizo esperar. Cosa que me indicaba que iba bien. Ella se detuvo y yo continúe hasta terminar.

— ¿Estoy dentro?— le pregunté cuando terminé
— ¡Vamos Zule!— volteé hacia las gradas y era Laz el que había gritado, sólo comencé a reír al igual que los chicos a su lado.
—Sí, sí fue lindo— dijo cruzándose de brazos —Pero lo siento cariño, no entras— abría y cerraba su mano como despidiéndose.
—Entiendo que tengas miedo de que llegue a ser mejor que tu— tenía que provocarla para que me dejara entrar
— ¿Mejor que yo?— fingió indignación —Si claro— agregó con sarcasmo
—Linda no eres la única que puede decidir quién entra y quién no— Volteé hacia atrás de mí, y me encontré con la entrenadora de las porristas. —Es buena… ¿por qué no quieres que entre?— le preguntó
—Si Linda ¿Por qué no quieres que entre?— agregué
—Todas estamos de acuerdo en esa decisión, Zulema Perez no entra— afirmó con mucha seguridad — ¿Cierto chicas?— les preguntó con una mirada de ‘Si me contradicen, mueren’ Todas se miraron entre sí, poniéndose de acuerdo sobre que decir. Excepto sus “clones” quienes en automático corearon un ‘Si estamos de acuerdo’.
—No— todas voltearon -incluyéndome- hacia donde provenía la voz de la valiente chica que había contradicho a Linda — Es buena y debería de entrar— opinó… Bella
—Cállate ¿si?, eres nueva no tienes derecho de opinar aquí— le dijo furiosa
— ¡Lindaaaaaaaaaa!…— la reprendió la entrenadora
—Si yo también creo que debería entrar— agregó una rubia y después de estos, más votos a mi favor se escuchaban a coro.
—Entonces no hay nada más que decir, Zulema está dentro— informó la entrenadora y se dió la media vuelta.
—Pero Zulema…— la siguió Linda después de mirarme furiosa, solo le sonreí victoriosa. Linda caminaba desesperada tras de la entrenadora.
—Gracias chicas— les dije seriamente, si había que agradecerles pero tampoco quería que pensaran que estaba tratando de socializar con ellas. —Gracias Bella.
—No es nada, eres buena merecías entrar— dijo como si nada, me acerqué a las gradas y tomé mi bolsa.
Caminé un poco alejándome de las zanahorias y volteé hacia las gradas donde todos me miraban esperando noticias. Con una enorme sonrisa puse ambos pulgares hacia arriba indicándoles que había entrado. Seguido de esto todos se pusieron de pie y gritaron fuerte mente ‘¡He!’ Todos bajaron corriendo hasta llegar a mi lado.
— ¿Y por qué quieres ser porrista?— preguntó Laz
—Para que preguntas eh!, si tú le diste la idea— le regañó Ignazio
— Yo sólo lo dije por su grito del partido.- dijo Laz
—…pero ¿algún plan debes de tener no?— preguntó Moises mientras que Ignazio sólo negaba con la cabeza
—Algo asi…— sonreí.
Caminábamos hacia el estacionamiento cuando Linda se paró frente a nosotros, cruzándose de brazos con sus enormes pompones de color naranja con blanco.
— ¿A dónde crees que vas cariño?— preguntó con toda la hipocresía del mundo.
—A mi casa— le contesté usando el mismo tóno
— ¿Qué no era que querías ser porrista? Ahora a entrenar— me indicó
— ¿Ahora?— pregunté con enojo, la verdad no tenía ganas de quedarme
—Si ahora!!!!! el siguiente partido es en unos días y no dejare que lo arruines— bien ahora que lo pienso ya no quiero ser porrista. – Valdrá la pena- mi perversa mente me motivo.
—Entonces… nos vemos chicos— me despedí
—Suerte— me abrazo Ignazio y depositó un beso en mi frente.

Más vale que valga la pena, porque no es nada sencillo, llevábamos una hora completa sin dejar de prácticar las mismas rutinas. Ya me las había aprendido al derecho y al revés pero Linda insistía en seguir practicando. Seguramente sólo lo hacía para hartarme y que saliera huyendo, y tengo que aceptarlo que si lo pensé al inicio. Pero ahora no le daré el gusto.

La formación era un triángulo, la punta obviamente era Linda las dos siguientes eran Bianca y Vero. Las ‘señoritas’ No Tengo Vida Propia y Amo Copiar a Linda. Las tres siguientes no tengo ni la menor idea de cuáles eran sus nombres ya que Linda se refería hacia ellas como ‘Tu’. Y finalmente las últimas cuatro eran otro par de ‘Tu’, Bella y finalmente Yo.
Bella discriminada por ser ‘la nueva’ y yo por simplemente ser odiada por Linda.

— ¿Zulema?— preguntó Bella algo insegura
— ¿Si?— le contesté mientras seguíamos con la estúpida rutina.
— ¿Tu… tú tienes algo con… con Ignazio?— volteé a verla sin detener mis movimientos.
—Así es— le contesté segura y ví como bajaba su cabeza ¿Desilusionada? —Una muy buena amistad— agregue y rápidamente dirijo su mirada hacia mi —…Es como mi hermano— aunque hubiera sido divertido decirle que Ignazio y yo salíamos, para cobrarme lo que me había dicho y que ahora de verdad tuviera motivos para decirme que no me metiera en su vida, no lo hice. A Ignazio le interesaba. Y además de no ser por ella, mi plan de entrar a las porristas hubiera sido frustrado. Digamos que le estaba pagando el favor.
 

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