—Zulema Pérez — me puse de pie para tomar la guía —Tu irás con…— dijo mientras buscaba el nombre de mi próximo colega o esclavo mejor dicho en la lista —Zulema Pérez se que harás un gran equipo con Gianlucca Ginoble.
-Para, para, para, tiene que ser una broma- pensé incrédula
–¿Pero si él ni siquiera está en esta clase?- volteé a ver a Ignazio quien con la cabeza disimuladamente me indicaba hacia atrás.
Voltee y en efecto ahí estaba Ginoble con su cara de “La que te espera en este equipo Zulema”.....................Rodé mis ojos y camine hacia mi asiento, logré ver la sonrisa burlona de Ignazio y justo cuando pase lo golpeé con el paquete de hojas.
No me molestaba trabajar con Gianluca en lo más mínimo, además me ayudaría más en mi objetivo. Aunque seguramente a él si que no le gustará nada tener que pasar tiempo conmigo— pensé
Le dirigí una mirada hacía donde estaba sentado y este con su cara de pocos amigos se volteó para jugar con el corto y casí rubio cabello de una chica a la cuál nunca le había puesto atención.
Después de jugar con su cabello, le tocó la espalda como dándole un leve masaje. Está volteó y le dió una sonrisa de oreja a oreja a lo cuál el respondió agarrándole la barbilla y dándole un beso de lo más amoroso en la mejilla.
—Eso es, por eso no se deja conquistar, pero si ya tiene novia— afirmé.
Al menos tenía una cualidad digamos que era algo fiel, si descontáramos el beso que nos habíamos dado la noche anterior porque de que hubo química en ese beso la hubo.
El profesor siguió repartiendo guias y dando las indicaciones del trabajo, pero yo seguía en mi mundo pensando en dos cosas la primera, ¿Cómo era que no me había dado cuenta de que estaba en mi mismo salón? según yo, solamente estábamos en Historia. ¿Por qué Ignazio no me lo había dicho?
Y la segunda en quién era esa chica tan... debía admitirlo era muy bonita, delgada, de piel blanca, con unos ojos color café que se realzaban por el delineador negro que usaba, cejas bien definidas, nariz afilada, la sonrisa hasta un punto coqueta, vestía unos jeans color azul y una blusa negra hasta el cuello. Al menos se veía bastante decente. — Puff tiene buen gusto— admití para mis adentros.
El timbre sonó liberándonos de Física pero encadenándonos a la siguiente clase. Rápidamente el salón se vació. Gianluca pasó de largo sin siquiera a detenerse a preguntarme sobre el trabajo. Tomé mi bolsa que estába a mi lado para guardar el enorme paquete de hojas, pero este ya no cabía.
Caminé hacia mi casillero, dejaría la bestial guía ahí y antes de salir regresaría por ella, pero mi plan cambió.
Al ir por el pasillo logré verr a Gianluca en el que seguramente sería su casillero. Ácomode mi cabello mientras caminaba en su dirección.
—Aquí tienes— le dije y el escucharme volteó. Yo le puse la enorme guía en el pecho obligándolo a tomarla. Me di la media vuelta y comenzé a caminar.
—¡Hey, hey, hey‼— sonreí al escucharlo llamándome, sin embargo mi nombre no era ‷Hey‴ así que no voltearía
—Te estoy hablando— me dijo sujetándome del brazo
—¿Disculpa⁈ no recuerdo llamarme ‷Hey‴
—Bueno si… ok ‵tu´ clon de Linda— bien, si seguía así me iba a hacer enojar.
— ¿Qué o quién te crees?— dijo con su ceño fruncido
— ¿Eh?— dije sin entender
—Yo no haré todo el trabajo, asi que…—
tomó bruscamente mi brazo para regresarme la guía
—…Teeeeeeen...—
—Yo nunca dije que hicieras tú el trabajo. — le dije molesta
—No cabe en mi bolsa y tampoco en mi casillero— le informé
—Asi que guárdalo— se lo regresé con más fuerza, aunque seguramente ni cosquillas le hizo.
—Yo no lo voy a guardar— ambos ya estábamos más que molestos
—Bien, no lo guardes— se lo quite de las manos y caminé hacia uno de los botes de basura que estaban a la vista, pise la pequeña palanca para que se abriera la tapa y lo deje caer.
—Listo…— volteé hacia él —Problema solucionado— sólo porque su mandíbula estaba sujeta a su cabeza, no cayó ni perforó el piso debajo de él.
Ahí lo deje y caminé hacia mi gran y adorado Ignazio.
—Parece que alguien se topó con la horma su zapato— se burló Ignazio
—No estoy para bromas— le dije molesta, en realidad no lo estaba.
— ¿Que paso?— preguntó divertido
—Le di la enorme guía de Física, no la quiso guardar, yo tampoco así que la tire a la basura— le conté mientras sonreía con coraje.
— ¿Si escuchaste que valía como exámen final? — me recordó
—Sí, pero prefiero reprobar la materia antes que…
—…Antes de tragarte tu orgullo— no eran las palabras con las que iba a terminar la oración, pero estaba en lo correcto.
—¿Nazio?— cambié de tema.
—¿Tú sabes quien es la chica con la que estaba Gianluca en la clase?—pregunté
—Lo unico que sé es que se llama Zophia, pero que bonita esta ¿verdad?
Te veo mañana ¿sí?— le dije y él me dió un beso en mi frente antes de irse.
Continué sacando todas las cosas de mi casillero, sólo dejaría los libros. Era un desastre, tenía ropa, zapatos, máquillaje prácticamente de todo. Como pude cargue todas mis pertenecías, cerré el locker y casí todas mis cosas caen al suelo, al encontrarme con Gianluca detrás de mí.
—¿Qué quieres?— le dije de mala gana
—Mira… creo que ya tienes una idea, de lo mucho que me molesta tenerte cerca…— el tipo hablaba pero la verdad sus palabras me entraban por un oído y me salían por el otro.
Yo estaba completamente perdida en él, su chaqueta de cuero estaba abierta dejando ver su anatomía sólo protegida por una camisa blanca, que para mi mala fortuna, en esta se marcaba su bien definido abdomen.
– ¡Concéntrate!- me reprendió mi voz interior —…no reprobaré esa materia por tus estúpidos caprichos, así que tu harás la mitad y yo la mitad— fué lo que logre escuchar al lograr ‘concentrarme’ me entregó la mitad de las hojas.
—No, no, no— negué seguidamente
—No me arriesgare a que respondas mal y la calificación será para ambos.
— soltó una carcajada amarga —Le sacaré copias y trabajaremos por separado.
— ¿Que no me escuchaste?— dijo molesto
— ¡Te acabo de explicar que no se puede!— habló con desespero — ¿Qué no puedes dejar de pensar en ti por cinco minutos?— paso su mano rápidamente por su cabello con frustración.
–¿Si supieras en lo que pensaba…?- reí estúpidamente por dentro.
—Entonces lo siento— dije hipócritamente —Tendrémos que trabajar juntos, aunque no te guste— sonreí duramente
—Yo tampoco reprobaré por tus caprichos— da lo mismo si repruebo por mi culpa, pero si es sólo porque al ‘niño’ le molesta estar cerca de mí, no da lo mismo.
Haciendo un gran esfuerzo de no caer con la montaña de cosas que traía en mis manos, le entregue las hojas.
—Mañana… ¿tu casa o mi casa?— pregunté caminando, dejándolo atrás. Soltó un gruñido y se escuchó un fuerte golpe en uno de los casilleros. Sonreí victoriosa.
—No puedo, trabajo. — escuché sus pasos detrás de mi
— ¿Tú casa, mi casa o reprobamos?— repetí
—TRA-BA-JO— repitió igual separando en sílabas
—FAL-TA— le respondí igual
—Yo si soy responsable— dijo mientras salíamos del edificio
— ¿Cuántos años tienes? ¿Sesenta? —volteé a verlo, podría jurar que me detesta aún más que Linda.
Regresé mi mirada al frente pero no fue lo suficientemente a tiempo ya que choque con alguien, y esto hizo que todas mis cosas cayeran al piso.
— ¿Por qué no te fijas por donde vas?— me dijo de mala gana José
— ¿Y tu por qué no te quitas de mi camino?— le dije de la misma forma, mientras me agachaba para recoger mis cosas.
—Lo bueno es que estoy rodeada de caballeros— dije sarcásticamente casi en un grito, refiriéndome a José y a Gianluca que solamente veían mis cosas esparcidas por el piso. De pronto Laz llegó presurosamente para ayudarme
—Gracias— tomé nuevamente todo en mis brazos
—¿Si quieres te ayudo hasta tu auto y no se…—
—Láaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaargate— José y Gianluca dijeron al unisonó
—Tengo que hablar contigo ahora mismo— ordenó José y sólo solté una carcajada.
—Me encantaría pero…— dije sonriente
—No… ¿sabes?— puse una cara pensativa
—Nooooo no me encantaría hablar contigo y además tengo cosas muchísimo más importantes que hacer que escucharte— le sonreí ampliamente
—…Mañana me dices que decides— le dije a Gianluca y reanudé mi caminar hacia mi auto........
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