Capítulo 1O "¡Valla Sorpresita!"

— ¿Zulema?— preguntó Bella algo insegura

— ¿Si?— le contesté mientras seguíamos con la estúpida rutina.

— ¿Tu… tú tienes algo con… con Ignazio?— volteé a verla sin detener mis movimientos.

—Así es— le contesté segura y ví como bajaba su cabeza ¿Desilusionada? —Una muy buena amistad— agregue y rápidamente dirijo su mirada hacia mi —…Es como mi hermano— aunque hubiera sido divertido decirle que Ignazio y yo salíamos, para cobrarme lo que me había dicho y que ahora de verdad tuviera motivos para decirme que no me metiera en su vida, no lo hice. A Ignazio le interesaba. Y además de no ser por ella, mi plan de entrar a las porristas hubiera sido frustrado. Digamos que le estaba pagando el favor.—… ¿Sólo eso? — ¿bueno qué no hablo claro?

—Si sólo eso. — Le contesté secamente 

—Ah— contestó aliviada —Es que anoche yo creí que…

—Mira chica— dije ya con fastidio, ¿Por qué rayos insistía en hablarme? — ya te dije todo lo que tenía que decir ¿sí? No me molestes más— la corte tajantemente. 

—Discúlpame, sélo quería ser amigable— respondió seria. 

—Pues deja de serlo— le contesté, no me interesaba en lo absoluto su amistad y de nada le serviría intentar ser “amigable”

—Es todo por hoy— aviso Linda —Espero que te hayas aprendido todas las rutinas— se diríjo hacia mi. 

—Después de 3 horas, sería una completa estúpida si no me las aprendiera— le dije al mismo tiempo que le saque la vuelta y caminé hacia las gradas donde estaba mi bolsa.

Linda caminó para alcanzarme y me dijo:

—Se me olvidaba decirte que mañana te entregarán tu uniforme y el viernes tienes que traerlo a clases— 

su cara de odio hacia mí me parecía tan pero tan divertida que daba risa.

—Perfecto — le sonreí hipócritamente

— ¡Amor!— grito sacándome la vuelta –

No voltees Zule, Zule No voltees- me ordenaba mi voz inetrior.

Linda sólo lo hacía para molestarme y en realidad lo lograba, más no se lo demostraría.

Tóme mi bolsa… y no pude resistirlo más así que voltee. 

Como era de esperarse Linda estaba a punto de tragárselo. 

Aún dólida, saqué coraje no se ni de donde y caminé por se encontraban como si no estuviera nadie ahí. 

Pero que vueltas da la vida, aveces arregla las cosas de la mejor manera y yo pensé que me estaba favoreciendo a mi. 

Sonreí cuando ví a Gianluca acostado en las gradas, decidida seguí caminando hacia él.

—Hola— le saludé sonriente sentándome a un lado de él. 

El se levantó y comenzó a beber de una enorme botella de Gatorade como si no hubiera mañana. 

No había palabra que describiera mejor la escena que tenía enfrente, “Very Sexy”. Hechó su cabeza hacia atrás, despeino su cabello y se volvió a recostar.

— ¿Qué demonios hice para que tú me quieras hablar?— preguntó entre cerrando sus ojos 

—Nada— mordí mi labio inferior tratando de no reír —…Solo quiero ser amigable— que ironía ¿No creen? yo usando las mismas palabras que acababa de usar Bella conmigo. Sólo esperaba que la ley de la gravedad no cayéra sobre mí y que Gianluca fuera a ser grosero conmigo así como yo lo había sido con Bella.

—Hay más de quinientas personas en el colegio. ¿No puedes encontrar a alguien más con quien ser amigable?— me preguntó

—Tal vez— sonreí —Pero…—

—Sabes…— me interrumpió —Cuando necesite una falsa “amistad” yo te busco de acuerdo— Se puso de pie y tómo una gran mochila la puso sobre su hombro y salió del campo.

-Esto será más difícil de lo que pensé- dije en mi foro interno. 

Valla suerte la mia los que no quiero que me hablen, lo hacen y el que si me interesa por el momento, me rechaza justo como yo lo hago con los demás.

-Ya no es solo por la apuesta, ahora es PERSONAL Ginoble- dije entre dientes.

—Viernes, Viernes— valla día que me esperaba.. sentía que me veía de lo más ridícula con el uniforme color naranja pero seguía con la idea de conquistar al engreído de Gianluca Ginoble. 

—Lo veo y no lo creo— se burló Ignazio con mi nuevo disfráz de ‘zanahoria’

—Cállate sí— le dije riendo

— Es que ¿Porrista?— cubrió su rostro con ambas manos —Debe ser un buen plan el que tienes— se cruzó de brazos.

—Eso espero yo. — Sonreí —Si todo sale como lo planeó, mataré tres pájaros de un tiro—

 Ignazio negó con la cabeza 

— ¿Iras?— Le pregunté

—Claro tengo que ir a verlas—

— ¿Verlas?— le pregunté indignada

—Si— contestó sonriente — ¿Celosa?

—Mucho— le contesté sincera y soltó una carcajada para luego abrazarme. 

—Tú sabes que nadie te quita tu lugar, es único adémas son sentimientos diferentes— me dijo e inmediatamente pasé mis brazos por su cintura encadenándolo a mí. 

—No sé qué haría sin ti Ignazio — lo solté 

—Ni yo sin ti— sonrió 

—No me mientas Ignazio — reí —Estarías muchísimo más tranquilo sin mí— era la verdad

—Pero todo sería muy aburrido— me dijo y ambos reímos.

Las clases pasaron rápido, por donde quiera que pasaba, atraía aún más las miradas con el uniforme, seguro todos se preguntaban ¿Zulema en las porristas? ¿Con Linda? Afortunadamente el llamar la atención no es algo que me ponga nerviosa. Si no mis uñas estarían acabadas!

Tanto las porristas como los jugadores, portabamos el uniforme. Esto era con el motivo de hacer promoción al partido. 

Dieron las siete de la noche y ya estaba en mi auto conduciendo hacia el campo de la universidad contraria.

Ahora tocaba ir de visitantes.

Baje del auto e inmediatamente la fuerte música me desespero. Grandes cantidades de personas entraban al campo. Reconocía a algunas gracias a los colores naranja y blanco que vestían, otros rojo con azul que eran los colores del esquipo contrario. 

—¡Llegas tarde!— me reclamó Linda 

—Son las siete diez— le informe —

—Eso es verdad Linda— Le dijo Vero

Esto me sorprendió mucho nunca pensé que alguien que no fuera Bella o yo, pudiera revelarse en contra de la Zanahoria mayor.

—¿Cómo te atrevez a contrariarme?— Linda giro para dirigirse a Vero

—Lo siento pero estas siendo demasiado injusta con ella y lo sabes. Las cosas como son.-

—No se quien pediría tu opinión Verónica pero necesito que en este momento te vallas a entrenar o no se ponte a hacer algo— ordenó Linda

Vero la barrio con la mirada giró el cuerpo para marcharse pero de repente se volvió y le grito frustrada. —Tus problemas dejalos fuera del campo aqué somos un equipo Recuerdalo!— mientras le daba una mirada amenazante esta vez si se marcho dejando a Linda con la palabra en la boca.

Eso era increíble al parecer todo este tiempo yo estuve equivocada y las supuestas seguidoras de Linda no lo eran Tanto.

—Tú me dijiste que estuviera aquí a las siete quince ¿no?— añadí con un sonrisa de oreja a oreja

—Rápido ve y alístate— me ordenó

—Ya lo estoy— sonreí

—Tu cabello sigue suelto— reiteró

—Si lo sé— le sonreí nuevamente, eso la hacía enojar más.

—Claramente te dije que nada de cabello suelto, ¡Átalo!

— ¿Y por qué tú y las gemelas si lo pueden traer suelto?— Bianca y Vero tampoco traían coleta 

—Porque yo soy la líder, asi que átalo si no estarás fuera del juego de esta noche. — Me entregó un par de listones blancos y naranjas. 

Me retorcí de coraje pero por nada del mundo podía perderme el partido de esta noche y quedar como una boba.

—Lo haré pero ya verás que algunas cosas van a cambiar aquí— le dije amenazantemente, tomando de mala gana los listones. No podía hacer nada, llevaba las de perder aunque ya ni sus amigas la respetaran ella era la líder.

Me dirigí lo más rápido que pude hacia baño, hasta que logre encontrarlo. Entré y me encontré con Bella, no puede evitar reír al verla tratar de hacer una coleta en su corto cabello. Volteó a verme, sonrió tímidamente y regresó su mirada al espejo.

—A ver…— le dije acercándome, sólo me miraba con cara de “¿Y esta bipolar?”

Tendí mi mano para que me entregara la liga con los listones, hice la coleta en su cabello y de mi bolso saqué un enorme paquete de pasadores. Con los cuales ayude a sujetar los cortos mechones de cabello que se escapaban y acómode los listones.

—Listo— le dije y me sonrió. 

—Gracias— dijo aliviada —me estaba volviendo loca.

—No es nada— le dije seriamente, más no llegando a lo frio, como la última vez. Digamos con mi tono natural de hablar. Salió del baño y yo comencé con mi cabello previamente alisado, rápidamente lo até en una coleta alta, puse los listones y acomode mi fleco recto.