Friday, August 10, 2012

Capítulo 2 "She Will Be Loved"

—Ignazio— afirmé al escuchar el -¿Diga?- del otro lado de la línea. Tal vez no tenia “amigas”. Está bien, No tenía amigas. Pero tengo a Ignazio. Es mi mejor amigo desde siempre.
—Zule — me contestó usando el mismo tono que yo había utilizado con él.
—Te necesito…— le dije

— ¿Que sucedió?— preguntó algo preocupado
— ¿Puedes venir a mi casa?— le contesté con otra pregunta
—Claro… en cinco minutos estoy ahí. respondió él.

Estuve recostada por unos momentos con la mirada perdida en el techo, de pronto escuche dos golpes en la puerta.
_Adelante- grité, giré mi cabeza hacia la puerta y ví entrar a Ignazio.

— ¿Todo bien?— me preguntó mientras caminaba hacia donde estaba yo y se dejo caer en la cama a mi lado.
—No… nada está bien— le contesté muy seria
—Cuéntame…— dijo riendo
—José termino conmigo…— le conté pero lejos de recibir “apoyo moral” solo soltó una fuerte carcajada
—Ya se había tardado…— dijo mientras continuaba riendo
— ¡¿Qué?!— le grité sin entender
—Ignórame…— sonrió —Sígueme contando-
—Dijo que a mí solo me importaba lo que pensáran los demás, y que quería algo más que sólo superficialidad y sexo.
— ¿De verdad te dijo eso?— preguntó sorprendido
— ¿Qué se siente Zule?— rió
yo me limitaba a tratar de entender su pregunta
— ¿Que se siente que alguien no quiera tener nada contigo?
—Eres un estúpido Ignazio …— le dije molesta —Te llamé para que me apoyaras o me hicieras sentir bien y sólo vienes a burlarte— me senté en la cama dándole la espalda
— Zule es que.. ¿Qué quieres que te diga? ¿Quieres que te diga que él es un imbécil? ¿Quieres que le rompa la cara cuando solo te dijo la verdad?— se puso de pie. Yo sólo permanecía cruzada de brazos y con los ojos cerrados — Zulema tu solo estas molesta porque el terminó contigo… y no puedes soportarlo porque absolutamente nadie había terminado con la ‘grandiosa y popular Zulema Peréz.
— Ignaziooooooooooooooo...— lo interrumpí
—Eres mi amiga y te quiero, sólo por eso te lo digo…— se acercó a mí y me abrazó — La cara bonita y buen cuerpo no te durará para siempre—susurró en mi oído, besó mi mejilla y caminó hacia la puerta
—Gracias idiota… me ayudaste enormemente— le grité con notorio sarcasmo
— Yo también te amo— lo escuché desde el pasillo y no pude evitar reír.

No comments:

Post a Comment