Sunday, August 12, 2012

Capítulo 11 "Destiny"




Entre chiflidos y vulgares halagos llegue al campo.
—Tardaste demasiado. — Exágero Linda —Acomódate en tu lugar— me indico y acate la orden —No... espera— me detuvo —Tu. — Apunto a Vero quien se encontraba en la segunda fila —Vete al lugar de Zulema — Vero abrió los ojos como platos, digamos que no le agradaba mucho la idea de estar al final —Bianca toma el lugar de ella— 
Bianca y Vero formaron una ‘o’ con la boca. 
—Pero Linda....— dijo Bianca con una voz aguda. La líder puso los ojos en blanco. 
—Solo será por esta vez— dijo con fastidio —Ahora cámbiense— ordenó
—Linda— volvió a hablar 
— ¡Ya Bianca!— le grito de mala manera —Ahí te quedaras, mejora tus saltos si quieres volver a estar al frente— Wow, creo que me trata mejor a mí que soy su ‘enemiga’ que a sus amigas. No logro entender porque siguen detrás de ella. —Acomódate ahí— me dijo a mí que sólo me dedicaba a ver la escena divertida. Caminé hacia el frente y me coloque en el antiguo lugar de Vero.

El partido comenzó, los gritos no se hicieron esperar al momento que los equipos comenzaban a entrar al campo.
—Eres una A NI MA DO RA— me dijo en silabas Linda 
— ¡Asi que ÁNIMA— me gritó 
¿Qué acaso yo no me movía ni gritaba ni nada? Rodé los ojos y me interne en el papel de “animadora”

No habían pasado más de veinte minutos del partido, cuando comenzó a llover, al inicio eran pequeñas gotas, pero en cuestión de segundos era una lluvia torrencial. 
Bueno no tanto como torrencial, pero si era fuerte.
Bianca no paraba de quejarse y quejarse. 
—No te quejes Bianca— le gritó Linda —Sólo es agua— tenia razón, sólo era agua. No había motivo para quejarse como lo hacía Bianca.
—Mi cabello se arruinará— dijo con desespero, solté una carcajada. Ahora si agradecía que Linda me hubiera obligado a atarme el cabello. 

Ya me dolía la garganta, tenia frío y estaba cansada. Jamás había gritado y bailado tanto y mucho menos bajo la lluvia. Y aún no había hecho entrar en acción mi plan. 

Cinco minutos restaban para finalizar el partido, ambos equipos estaban empatados, el campo ya estaba hecho un desastre, el verde césped se había transformado en un enorme charco de lodo. Los uniformes de los chicos ya no eran naranjas, ahora eran de un café obscuro al igual que mis tenis que de tanto salto ya estaban para irse directo al basurero.

Quedaban menos de dos minutos, Ginoble se apodero del balón, corría esquivando a todos los que se le ponían enfrente, José más adelante seguía corriendo, acercándose a la zona de anotación para esperar el pase de Gianluca. Justo cuando Gianluca levantó el brazo para lanzar el balón, justo ahí comenzé mi plan.
— ¡Tu puedes Gianluca!— grite lo más fuerte que pude, seguido de mi grito, se escucharon los gritos y aplausos de todos los espectadores.
—Ya vas aprendiendo—me dijo Linda, Pero mi mirada estaba fija en alguien “José” que al escuchar mi reconocible grito volteó inmediatamente hacia donde estábamos giré mis ojos para posarlos sobre Gianluca quien en vez de hacerle el pase al ahora distraído de José, siguió corriendo. Todo el público comenzó a gritar más y más, al ver a Gianluca a sólo metros de la zona de anotación, tres segundos para finalizar y Gianluca se lanzó llegando justo un segundo antes de la finalización del juego. 
Todos corrieron hacia Gianluca eufóricos, chocando sus cascos y con fuertes gritos celebraban su victoria, esto aunado a los gritos y nuestros cantos, era increíble. 

— ¿Qué rayos pasa contigo?— me grito José, mi plan había funcionado.
— ¿Conmigo?— pregunté fingiendo no entender.
—Por tu culpa perdí el pase— me reclamó, obviamente no era el mejor lugar para hacerlo. No si su novia actual estaba a escasos centímetros.
— ¿Por mi culpa?— pregunté enojada
— ¿Por que por su culpa?— intervino Linda
—Yo… Yo— tartamudeo como estúpido. —Por nada Lindura— la tomó de la muñeca haciéndola caminar detrás de él. Ambos me aniquilaron con la mirada y salieron de mi vista.
—Eres perversa chica— escuché la voz de Ignazio y no pude evitar reír
— ¿Viste eso?— le dije victoriosa
—Todos lo vieron— dijo mientras se carcajeaba —Se pudría de celos— reítero mi información
—Ahora solo falta el tercer pájaro— sonreí pícaramente
—Zulema yo estoy seguro de que ese sí se te escapara— cantó burlonamente 
— ¿Por qué?
—Míralo…— señalo con la cabeza a Gianluca quien caminaba hacia la salida rápidamente y con cara de pocos amigos. 
— ¡Demonios!— grité furiosa mientras corría por mi bolsa y sólo escuchaba las carcajadas de Ignazio.
—Ashhh Te quiero— le dije y bese su mejilla —
…Si fuera tu, iniciaría con los trabajos— le grité mientras corría a la salida

-Perfecto Zulemita- pensé molesta –Arruinaste tu perfecto plan- 
No lograba ver a Gianluca, seguramente ya se había ido.
Resignada decidí irme a mi auto, caminaba entre todos los automovíles tratando de encontrar al mío. 
–Al menos Linda y José no pasarán una linda noche- reí en mi interior. 
Seguía caminando entre la obscuridad del enorme estacionamiento. Hasta que logre visualizar mi auto. Pero antes de llegar me sujetaron de la muñeca tirándome fuertemente y tan rápidamente que no pude ni gritar.
— ¿Por qué me fastidias?— logré reconocer el rostro de Gianluca en medio de la obscuridad, era Gianluca el que me sujetaba del cuello y me miraba con toda la ira del mundo.
— ¿Yo? ¿Fastidiarte?— afortunadamente la actuación es algo que se me da — ¿Ahora que hice?
—Volverte porrista, ese grito....— sentía su respiración mezclándose con la mía —Entiéndelo, no me interesa nada relacionado contigo, ni amistad y mucho menos tu supuesto “apoyo” no se que planeas pero quiero que desde ya me dejes en paz— libero mi muñeca pero mi cuello seguía siendo prisionero.
— ¿Seguro?— susurré sobre sus labios mientras subía mis manos a su cuello, sólo que yo al contrario de él, lo acaricie suavemente. 
Trago saliva, aunque lo disimulara olímpicamente, estaba nervioso. Detuve mis manos en su nuca, para lentamente eliminar los escasos centímetros que nos separaban................




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