Friday, August 10, 2012

Capítulo 7 "Game It's On"


—Discúlpame por preocuparme por ti y alejar a las estúpidas de ti. — conteste herida, en realidad yo solo había ‘espantado’ a dos. Y había fuertes motivos para hacerlo. —Y tu despreocúpate, que no me entrometo más en tu vida adios — colgué. -Es un idiota- pensé molesta, ahora sí que lo estaba.

-Flashback-

— ¿Estas saliendo con Ignazio y también con él?— le pregunté amenazantemente a Alma aunque era obvia la respuesta. Ya que fuera del centro comercial intercambiaba saliva con un tipo que no era precisamente Ignazio.
—Yo… he… Zule— su nerviosismo la delataba
—Te crees una super mujer pero dejame decirte que eres una basura— le dije con una cara de asco.
— Ignazio te quiere como no tienes una idea y tu ¿Le haces esto?
—Tú cállate, eres la menos indicada para hablar— se armó de valor
—Muchas cosas se dicen sobre ti— me acerqué peligrosamente ahora las ganas de arrancarle cabello por cabello eran innumerables.
—Muchos dicen verte visto pasar por su cama— Ella sabía bien que eso que decía era más que falso.
—¡Dí, escucha y habla lo que quieras!— la señale con mi dedo índice
—Pero si te acercas a Ignazio va a ser para comentarle lo sucedido con este idiota— moví mi cabeza para indicar al tipo que intimidado esperaba a un lado.
—Si no lo haces yo misma me encargare de ti— la mire fijamente
—Y sabes que no estoy jugando— finalizé

-Fin del Flashback-

—Yo no soy la que está tirando quince años de amistad a la basura— dije segura y para mi misma mientras caminaba de regreso al baño.
Deje caer mi ropa al piso de la ya húmeda habitación, para poder entrar a la regadera. Deje que las gotas de agua se llevaran todos los rastros de sudor y estrés de mi cuerpo. Estuve dentro del baño por un buen rato. Hasta que creí que ya era hora de salir.
Envolví mi cuerpo con una toalla blanca para después anudar una en mi cabello para lograr que se secara rápidamente.
Abrí el closet, mientras giraba mi mirada hacia el reloj que se encontraba en la mesa de noche. —“Las siete diez”— Aún tenía veinte minutos para llegar al partido.
— No necesito a Ignazio, no necesito a nadie— pensé orgullosa
Volví mi mirada hacia el closet y saqué la camiseta del equipo. Era de un color azul marino con un par de líneas blancas. La giré para ver el gran numero 17 ‘J.Corrales’
-Creo que no podre usarla más- musité en mi interior al mismo tiempo que dejaba caer la camisa al piso. Me puse algo comodo pero no tanto como para perder el estilo, unos pantalones entubados y una blusa un poco suelta pero al mismo tiempo dejando ver mis perfectas curvas.
Ya vestida acomode mi cabello, lo deje suelto dejando libres las no muy marcadas ondas en este. Deje mi fleco recto.
El maquillaje como siempre, ligero. Sólo que agregue un poco más de delineador negro. Rize mis pestañas y brillo labial. Miré el reloj, siete veinticinco. –Wow tiempo record-

Tomé mi bolso y baje con ligeros brincos las escaleras, llegué a la cocina y les avisé a las de limpieza que saldría. De todos modos le dejaría un recado –como siempre- a mi madre para avisarle que salí.

Ahora si tome las llaves de mi auto y salí por la puerta principal. Caminé hacia afuera y me encontré con Ignazio recargado en su auto. Miraba hacia el piso.
Ignore su presencia y caminé hacia mi auto, que se encontraba hacia el lado opuesto.
—¡Lo siento!— escuché detrás de mi mientras abría la puerta de mi auto —No quise decir eso— mi estomago se estrujo al escucharlo. Era la persona que mas apreciaba en el mundo. Era la persona que me hacía sentir querida y apreciada. ¡La única! y que él me hablára de ese modo me había herido enormemente.
—Pero lo hiciste— volteé a verlo — Sabes lo importante que eres para mí y lo mucho que me duele que TU, Precisamente TU IGNAZIO me digas algo así— no iba a derramar una sola lágrima.
—Enserio Zule discúlpame, es que ella en realidad me importa— su mirada me lo confirmaba.
—Y yo ya lo entendí, ya te lo dije, despreocúpate que yo en tu vida nunca más me vuelvo a meter…— subí al auto y cerré la puerta. Fugazmente lo encendí y partí.

Nunca me había molestado de este modo con él, como todos los “amigos” habíamos tenido discusiones. Pero nunca al grado de hacerme llorar.

Llegué al estacionamiento del campo donde sería el partido. Moví el retrovisor para poder verme, saque el maquillaje de mi bolso para desaparecer todo rastro de lágrimas. Volví a delinear mis ojos ya que se había corrido un poco. Ya lista suspiré profundamente y baje del auto.

Caminaba hacia la entrada, la fuerte música de la banda se escuchaba al igual que la mezcla de gritos. Entré y estába completamente lleno. Seguro estaba por comenzar.

Miré hacia las gradas para lograr encontrar algún lugar, hasta que ví que un montón de chicos me hacían señas y me llamaban. Los amigos de Ignazio.
Reí y subí las escaleras para llegar hacia donde estaban ellos.
—Pérez ¿Y dónde está Ignazio?— me preguntó Laz mientras se movían para hacerme un lugar
—No lo sé— contesté como si nada
— ¿Iba a salir con la chica nueva no?— le dijo Moi, un chico simpático que siempre tenía una excelente actitud.
—Ah cierto— añadió Laz mientras parecia recordar
— ¿Hey y tu camiseta del equipo?— preguntó Laz jalando levemente del hombro de mi sudadera
—Laz no la fastidies— le dijo Moi—
yo solo reí
—Ya no la quiero— contesté —Tal vez se la regale a Linda— añadí y todos soltaron una carcajada

El partido estaba por comenzar, las porristas lideradas por Linda. Iniciaron con sus cantos de apoyo. Y en cuestión de minutos todo el equipo salió corriendo a la cancha.

— ¿Nuevo número?— pregunté — ¿Quién es el 33? — desde hace tres meses no me había perdido ni un solo juego y no recuerdo un treinta y tres.
—Es Ginoble, recién entró al equipo— me informó Laz
— ¿Ginoble?— pregunté
—Si… Gianluca Ginoble — confirmó Moi —El tipo rudo ese!— soltó una carcajada
—Ah…Dicen que es muy buen jugador, que puede desbancar a… a Jooooosé— dijo algo Moi inseguro de mencionar su nombre—
Yo solo me limite a sonreir
—Ojala y lo logre— diríge mi mirada hacia el campo donde estaban todos tomando sus posiciones.

Todos permanecían en “silencio” ya que esperaban el inicio del partido cuando se escuchó un chillante grito —‘¡Vamos José!’— solté una carcajada y puse mis manos alrededor de mi boca para formar un altavoz con esta y gritar lo más fuerte que pude ¡Sáquenlo!’
Las fuertes carcajadas no se hicieron esperar y yo me volteé fingiendo estar hablando con Laz ya que todos voltearon hacia nosotros, mientras que los cuatro que estabamos ahí intentábamos resistir las carcajadas.

Regresé mi mirada hacia la cancha y logré ver la fulminante mirada de José, era más que obvio que se había dado cuenta de quien había sido. De todos modos me daba lo mismo.

Todas las miradas regresaron al campo y no pudimos evítalo, todos soltamos las carcajadas que tanto tratábamos de retener.
—Zule eso se escuchó hasta un kilómetro de aquí— dijo Moi
—Era el punto— sonreí
—Deberías de ser porrista— agrego Laz
—Sabes no estaría mal—dije divertida. Eso me ayudaría a acercarme más a “Ginoble”
— ¿Enserio?— pregunto Laz incrédulo — ¿Si lo harías?
—¿Por que no?— le contesté muy segura de mí misma.

El partido finalizó y como era de esperarse, nuestro equipo ganó. Moi tenía razón, Ginoble era un muy buen jugador. José no puede distraerse o le quitaran el ‘trono’

Caminábamos hacia la salida, era muy divertido estar con ellos. En especial con todas las cosas que decian Laz y Moi.

—Los alcanzó afuera— les grité —Iré por un bote de agua— les avise y sólo escuche un ‘si’ en coro. Caminé hacia la tienda que estaba dentro del campo. Compré un bote de agua natural y caminé hacia la salida donde me deberían de estar esperando....

—Chicos creo que ya me iré a casa…—dije en cuanto llegue con ellos Laz volteó hacia mi haciéndose a un lado y me dejo ver a Ignazio acompañado por una chica. Tengo que aceptarlo, era linda. Su cabello era de un castaño claro hermoso, lacio y largo casí a la cintura, bonitas facciones, ojos almendrados y muy bonitos, de color café claros, debido a la poca luz del lugar no podía distinguir bien. Todos permanecían en silencio.
—Hola, soy Bella— dijó con una enorme sonrisa mientras tendía su mano hacia mí........


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