Monday, August 20, 2012

Capítulo 17 "Mujeres"






—Demonios! ¿Me quieres volver loca o qué? ¿Qué no era no querías nada conmigo?— pregunté.
Ya que el día anterior no me quería ni cinco centímetros cerca de él.

—Já ¿Volverte loca? No eh y lo de no quererte cerca eso aún sigue vigente— contestó serio.
—No me interesa en lo absoluto tenerte cerca— afirmó 
—Pero son demasiadas preguntas las de la guía y no planeo regalarte una calificación haciendo las cosas yo solo— sonrió.

—Hay que lindo— dije con voz enternecida y acaricie su mejilla 
—Me estás diciendo que me necesitas— inmediatamente frunció el ceño 
— ¡No claro que no!— dijo casi en un grito — ¡Yo nunca dije eso!

— ¡Zule Zule Zule!— era Ignazio quien venía corriendo hacia donde estábamos Gianluca y yo. Llegó y me tomó rápidamente de la muñeca para alejarnos un poco.

—¡Dame tu auto!— dijo en tono de suplica 
—Oh si claro— dije sarcásticamente 
—No te preocupes por mí, yo tengo un árbol de autos en el patio de mi casa junto al árbol de dinero— le sonreí y rodó los ojos.

—Solo será por hoy— paso con desespero su mano por su cabello —Te lo regreso mañana.
— ¿Pero por qué no traías el tuyo?— le pregunté 
—Mi hermano lo necesitaba porque el suyo no andaba bien, tiene que hacer unos trabajos que no pueden esperar—

—Pero…—

—Basta de peros— me interrumpió —Tengo una cena muy importante con Bella y no puedo pasar en la noche por ella en taxi— solté una carcajada.

— ¿Importante cena? — pregunté entre risas mientras me seguía mirando suplicantemente.
—Espera…— le dije y volteé hacia donde aún seguía Gianluca con cara de ‘‘háblame y verás’’

 —Ginoble— grité para que volteara hacia mi.
— ¿En qué vienes?—
—En mi auto— respondió sin entender.

—Tienes suerte— le dije a Ignazio riendo mientras sacaba las llaves de mi bolsa y se las entregue. 

—Gracias, Gracias, Gracias, Gracias, Gracias— repitió cinco veces antes de besar mi mejilla y salir corriendo nuevamente.

—Ignazio se llevó mi auto— le informé a Gianluca
— ¿Me llevas?— pregunté sonriente
—Pues si no me queda de otra— contestó de mala gana y comenzó a caminar. 

Yo caminé detrás de él hasta que lo alcancé.

—Zulema Zulema..— me sorprendió ver a Verónica 
—¿Tú?— Dije sorprendida. De todo el mundo escolar nunca pensé que una aliada de Linda se atreviera a dirijirme la palabra.

—Tu y yo necesitamos hablar— me dijo con una mirada suplicante y a la vez triste. No me explicaba que es lo que estaba pasando pero en ese momento no podía quedarme a platicar.

—Nosotras no lo creo— reí fuertemente.
—Por favor es algo muy serio— suplicó
—Mañana 8 de la mañana/ estacionamiento— contesté sin siquiera ponerle mucha atención. 

Aunque siendo sincera me intrigaba mucho que un clon de Linda tuviera que decirme algo. 
Seguramente no sería nada bueno  ¿Qué macabro plan estarían tramando esta vez en mi contra?


Cuando terminé de hablar con Veronica Gianluca se encontraba a unos metros de mi esperandome. 
Caminé y lo alcanzé.

—¿Asi que en verdad no tienes amigas?— preguntó mientras caminábamos por el estacionamiento hacia su auto.

—No las necesito— contesté segura

— Según lo que veo ignazio y por obvías razones Bella son los únicos que tienen acceso a ti ¿cierto?

—Si…— contesté y reí 
— ¿Y desde cuando te interesa saber de mi?— pregunté

Simple curiosidad, la forma en la que trataste a esa chica me confirma que eres la persona más engreída que conozco—

 solté una carcajada.
— Mira que coincidencia Gian, tú eres la persona más engreída que conozco…— dije pero me arrepentí 
—No… en verdad que Linda si lo es— reí
—Tu sólo eres el mas antipático y amargado que conozco— sonreí hipócritamente.

—Gracias me halagas enormemente— sonrió tambíen

¿Pero que clase de relación ofensiva era la que teníamos? al menos ya sonreíamos con cada ofensa. 

— ¿Por qué no me dejaste platicar con tus hermanos?— le pregunté cuando íbamos en el auto.

— No me interesa que se relacionen contigo— contestó fríamente 
—Así que no te les acerques mucho— dijo mientras comenzaba a estacionarse.

—Pero... por...— murmuré. 

En verdad no quiero empezar a discutir eso contigo. De verdad hoy tengo ganas de trabajar en paz y terminar esa guía lo más pronto posible eso es lo mejor para todos.

—Se quiere deshacer de mi ..— afirmé para mis adentros. Aún así me quede callada y no discutí más.

Entramos a la casa y todo parecía tranquilo hasta que de pronto un castaño bajo corriendo las escaleras, atrás de el venía Adriana la cuál lo estaba abrazando por la espalda y estos eran perseguidos por Marko.

—Dan te he dicho que no corras en las escaleras y menos Adriana a tus espaldas— le dijo acercándose a él para indicarle a Adriana que se separara de Dan.

— ¡Mira Gianluca!— dijo Anna con suma emoción mientras le mostraba un papel rosa con plateado en uno de los lados.
—Enormemente eres el mejor gracias Dan— se dirijó al chico previamente regañado.

—No es nada— sonrió antes de salir por la puerta.
— ¡Mira!— repitió Adriana — ¿Puedo ir? ¿Me dejas ir? ¡Por favor!— decía con una voz tan hermosa que si se hubiera dirigido a mí, hubiera sido imposible decirle no.

—A ver… ¿Qué es?— tomó el papel para leerlo. Me mataba la curiosidad que causaba tanta emoción en la rubía castaña. 
Me acerqué y por encima del hombro de Gianluca leí el papel rosa que tenía en sus manos. 
Era una invitación a una fiesta de cumpleaños.
— ¡Hay que lindo!— dije con emoción 
— ¿Qué lindo vestido usarás?— le pregunté sin siquiera esperar la respuesta de Gianluca.
—Hey Hey Hey — dijo tranquilizándonos a ambas, ya que Adriana saltaba de la emoción. 
— Aun no he dicho que si — contestó serio, lo que no entendía era ¿Por qué el autorizaba o denegaba la salida de la Adriana? ¿Y sus padres? 

—Por favor Gianluca— dijo ella con sus hermosos ojos color negro
—Oh vamos Gianluca déjala— agregué y Marko sólo se limitaba a reír. —Ayúdanos Marko— le dije riendo.
— ¿Me traerás pastel?— preguntó el pequeño a su hermana
—Sí— contestó ella sonriente 
—Déjala ir Gianluca— se unió.

Después de nuestros insistentes “Déjala ir”
 y miradas de cachorritos abandonados Gianluca accedió a que Adriana fuera a su primera fiesta sola a los 20 años. 
— ¿Y que te pondrás?— le pregunte emocionada y Gianluca rodó los ojos
—Tiene 20 años Zulema no es superficial como tú— se sentó en uno de los sillones de la sala
—No importa aunque tuviera seis años, es mujer y a todas las mujeres les gusta verse lindas— le contesté y regresé mí mirada a Adriana.

—Yo no tengo vestidos tan lindos como los tuyos— dijo mientras tocaba mi vestido, voltee indignada con Gianluca.

— ¿No tienes vestidos?— pregunté para asegurarme de haber escuchado bien, y la Adriana asintió con la cabeza. 
—Si tienes Adriana— le contestó Gianluca 
—Hace poco ví tu closet
—Hay obvio esos no son para fiestas— dijo elevando los hombros
— ¿No tiene vestidos?— susurré matando con la mirada a Gianluca 
—Trae tus zapatos— le dije con una sonrisa a ella.

— ¿Para qué?— preguntó sin entender
—Iremos de compras— le dije y una enorme sonrisa apareció en su exquisito rostro 
—Hey hey hey— Gianluca se puso de pie

—Sólo chicas— lo señale —Y no me importa que no quieras— Adriana subió corriendo las escaleras
—Es una mujer Gianluca y no tiene vestidos— le reclamé
—Si los tiene— contestó —Sólo que no sabía que le gustaban tanto—

— Oséa ¿Si sabias que tienes una HER MA NA?— separé en silabas 
— ¿Si notas el cambio en la última silaba? HER MA NA— volví a repetir 
—No es hermano es HER MA NA.—

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