Monday, September 10, 2012

Capítulo 24 "Error tras error LOL"



*—No ven, sientate a mi lado— le dije mientras tocaba con mi mano el aciento adyacente al mio.

Ella sonrió y su pregunta me tomó por sorpresa

—¿Gian tan pronto caíste en sus redes?—

—Redes, ¿cuales redes puede tener esa descerebrada? vamos sólo se preocupa por su ego es incapáz de querer a nadie— contesté muy a la ligera.

—Vamos Gian no te engañes cariño, ambos o por lo menos yo se que algo esta pasando haber niegame que no ha habido intercambios de besos ni roses de piel de esos que te ponen la piel de gallina— me cuestiono Zophie, me conocía demásiado bien y a ella no la podía engañar.

—En efecto pero es sólo para demostrarle que no es la única que puede jugar con los sentimientos de las personas. Yo tengo en mente un mejor plan y es enseñarle una buena lección a esa niñita caprichosa— le confesé a Zophie.

—¿En realidad? bueno allá tu amigo mio, sólo te advierto que si juegas con fuego te puedes quemar.— me advirtió guiñandome un ojo y con una gran sonrisa en la cara.

—Buenos días clase— ¿Qué no se sabía otra frase? Todos comenzaron a sentarse en sus respectivos asientos, excepto “Ella” que aún no regresaba. 

—¿Quién demonios te preguntó? A nadie le interesa si está o no- mi voz interna me reclamó y tenía razón no debía de interesarme más en ella de lo debido.

—Hoy veremos el ultimo capitulo de…— ¿Más capítulos? 

— ¿Pu…Puedo entrar?— tartamudeó ¿nerviosa?
—Llega tarde una vez más Peréz— le recordó, aunque seguramente lo hacía intencionalmente sólo para llamar la atención. Tan típico de ella. Ese vestido morado un poco arriba de las rodillas no podía quedarse sin lucir era más que patético o ¿no?

—Lo siento— se disculpo y entró caminando hacia su lugar de siempre.
Tomó su bolso negro y sacó su celular, no les digo llegaba tarde y aún así se ponia a mandar mensajes en vez de ponerse a estudiar, comenzó a teclear rápidamente cuando termino dejo su celular en su escritorio y miraba hacia Ignazio quien volteo hacia abajo y sacó su celular, leyó y rió. Regrese mi mirada a Zulema quien ahora estaba concentrada en su libreta dibujando. Mordía su labio inferior mientras que la pluma en su mano no se detenía, acomodaba su cabello de vez en cuando y levantaba su mirada hacia el maestro, quien no paraba de hablar.
Un fuerte golpe en mi espalda me hizo reaccionar, me había quedado como estúpido viéndola y cada detalle de lo que hacía.

—Luego no me digas que no eres otro de los que andan tras ese vestido morado eh!!!!!…—

—Aoooooouch eso me dolió y no me digas eso Zophia— le dije de mala gana.

—Pues tan siquiera disimula— hablábamos en susúrros —Ya lo verás cuando Corrales venga a reclamar lo suyo— por una extraña razón sentí que la sangre me hervía. Gire hacia ella

—Mira Zophia en primera ella no me interesa, si me interesara no me importaría “disimular” y el imbécil de Corrales puede venir a reclamar lo que quiera cuando quiera, ten por seguro que necesitará refuerzos— no podía hablar más sinceramente.

— ¿Algo que quieran compartir con el resto de la clase Sr. Ginoble y Srita. Toledo?— todos voltearon hacia nosotros.

—En realidad no— contesté serio acomodándome nuevamente.

—Pues parece que tiene muchas ganas de charlar — ¿Charlar? — Así que hágame favor de cambiarse a ese lugar— señaló el asiento disponible delante de nadie más y nadie menos que Zulema Pérez.

—En verdad lo siento— dijo Zophie bastante apenada.

Asentí con la cabeza disculpandola y con bastante pesadez me puse de pie, ¿Que no podía a ver elegido otro de los cinco asientos vacios esparcidos en toda el aula?

Pasé delante del maestro, no sin perder la oportunidad de asesinarlo con la mirada, note como se encorvaba un poco. —Que estúpido— reí en mi interior.

Pero que difícil era descifrar su mirada, —¿Qué demonios pensaba?— me era imposible interpretarlo, su cabeza recargada sobre su brazo derecho. Sus ojos fijamente conectados con los míos. Era la única que no bajaba la mirada al sentir la mía. Incluso Zophie, con añisímos de conocerme se enojaba cuando la miraba así. “¡Basta!” Me daban ganas de salir corriendo’ decía con desespero, era una gran arma. 
Pero a ella parecía divertirle. 

Miraba con atención todos mis movimientos, deje caer mi mochila nuevamente y me senté en mi nuevo lugar. PRIMER ERROR: Recargarme.....

—Bienvenido chico malo—me dijo con una leve risita y tomó un mechón de cabello de mi nuca, procurando acariciar mi piel. 

Cruce mis brazos y me hice hacia adelante recargándome en el banco, para evitar que Zulema tuviera contacto alguno conmigo. Estaba a punto de quedarme dormido cuando una pequeña bola de papel cayó en la esquina de mi banco.

Lo tome y lo abrí “Dicen que le darás una golpiza al profesor Hoffman” la letra rosada me indicaba de quien provenía. 

SEGUNDO ERROR: Responderle... “En realidad se la merece pero no lo hare” sin si quiera disimular lo lancé hacia atrás.

TERCER ERROR: Reírme. “Si, también dicen que le tienes miedo” ¿Tenerle miedo? Lentes gigantes, pantalones cafés, sweater anaranjado, corbata de moño. Un nerd completo. 

—Basta, ustedes dos ¡Fuera!— demonios.

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